A Abel y Muriel nos separa probablemente un punto volado. Parecemos similares pero somos más bien complementarios, difíciles de mezclar pero no de adicionar.

Nos conocimos en 2008 y, entre otras ideas locas, pronto compartimos la intención de crear juntos un widget: fotos que inspirasen textos, textos que provocasen fotos, y punto. Una mañana primaveral de 2012, en el bar Catalunya de Sant Cugat, al lado de una nevera inmensa y muy antigua, decretamos que la polisemia y las acepciones de la palabra punto harían el resto.

Veinticinco dípticos fueron publicados en la revista cultural Catorze Cultura Viva entre 2016 y 2018. Desde entonces, hemos creado cinco más, hasta ahora inéditos para llegar a la treintena que ahora tienes entre las manos. 

¿Listo?

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Abel Pau es, de estudios, matemático, donde no todo es exacto y requiere creatividad, y, de profesión, informático, donde la exactitud es una falacia. Por placer es fotógrafo, donde ya todo está en su sitio.

Muriel Villanueva es escritora y se considera afortunada de haber encontrado su ikigai; pasión, misión, vocación y profesión interceptan en un centro diáfano: la escritura.